Baignade dans l'eau turquoise des Calanques de Marseille

Parque Nacional de las Calanques

El Parc National des Calanques está inscrito en la lista desde 2012. Es el décimo parque nacional de Francia y el primero de Europa que abarca tierra, mar, islas y zonas periurbanas. Entre Marsella y La Ciotat, este grandioso paraje de frágil equilibrio está formado por 5.000 hectáreas de majestuosos paisajes y 20 km de costa a las puertas de la segunda ciudad de Francia.

Un espacio único

Una joya difícil de alcanzar

El Parque Nacional de las Calanques es una zona marina y terrestre protegida del Mediterráneo. Cada año lo visitan más de 3 millones de personas. Por lo tanto, la regulación del número de visitantes, tanto en tierra como en el mar, es un reto importante para garantizar el mantenimiento de un alto nivel de calidad ambiental y que los visitantes puedan descubrir la zona de una manera que responda a sus expectativas.

Antes de aventurarse en el lado terrestre o marítimo del macizo de Calanques es absolutamente esencial informarse sobre las condiciones de acceso en tiempo real. Existen disposiciones para garantizar que el desarrollo de actividades en el parque no cause daños irreversibles al medio natural. Esto es especialmente importante en las zonas marítimas, que suponen más del 90% del perímetro del Parque Nacional.

Un poco de historia

¡La historia de las Calanques se remonta a más de 100.000 millones de años! Las rocas del macizo de las Calanques son de origen sedimentario. Se formaron durante la Era Secundaria (Jurásico y Cretácico), por transformaciones químicas y acumulación (hasta varios centenares de metros) de fragmentos de esqueletos y conchas de microorganismos marinos en el fondo de un mar cálido.

Hace 60 millones de años, estas rocas emergieron al superponerse las placas tectónicas africana y europea. Bajo la acción de la erosión y de numerosas variaciones climáticas, el macizo se deforma progresivamente. Los periodos cálidos facilitan la creación de una red kárstica. Con la fusión de los hielos, la acción combinada de la escorrentía y la infiltración dio lugar a la formación de cuevas, simas y ríos subterráneos… Los periodos de glaciación durante el Cuaternario (hace 1,8 millones de años) provocaron el descenso del nivel del mar (- 130 m).

Hace más de 20.000 años, en el momento más frío del Cuaternario, el mar se encontraba entre 15 y 20 km frente a Marsella. El accidentado terreno de las calanques, que culmina a 500 m con el Monte Puget, estaba cubierto de una densa vegetación de estepa, enebro y pino silvestre que albergaba un variado bestiario de caballos, pero también bisontes y uros. Junto al mar, y contra todo pronóstico, nos cuesta imaginar que focas, pingüinos y otros animales marinos pudieran colonizar estos paisajes. Hoy, las reproducciones de estos animales encontradas en las paredes de la grotte Cosquer, hoy sumergida a -40 metros de profundidad, en el Cap Morgiou, son testimonio intacto de este pasado lejano y de la presencia de los primeros humanos en Provenza.

El nivel del mar subió entonces, inundando las costas y las cuevas. La erosión de los macizos calcáreos del litoral continuó, favoreciendo la formación de relieves escarpados y valles profundos y estrechos. Aparecen entonces los vertiginosos contornos de nuestros paisajes actuales, que no dejan de deslumbrarnos con su extravagante belleza.

Clasificado como Parque Nacional desde 2012

Excepcional biodiversidad

No menos de 80 especies depájaro han sido avistadas en las calanques, la más conocida de las cuales es el águila perdicera.

El Parque Nacional también cuenta con una gran variedad de reptiles, como el lagarto ocelado, que ostenta el récord del lagarto más grande de Europa (80 cm de largo), o la pequeña salamanquesa nocturna (archipiélago de Riou).

De las más de 900 especies vegetales registradas en el perímetro del Parque Nacional, 38 están protegidas y 43 son reconocidas como notables. A lo largo de las crestas rocosas y los pedreros, se puede observar el «genêt de Lobel», un pequeño arbusto espinoso que resiste a los vientos gracias a su forma de cojín. El pino carrasco, el romero, el tomillo y la jaguarzo negro son características familiares de nuestras calanques.

Al borde del mar, el parque nacional cuenta con más de 60 especies marinas patrimoniales. Numerosas especies de peces, sargos, budiones, salemas, gorgónidos amarillos y más lejos de la costa (y más que nunca desde el periodo de confinamiento), el delfín y la ballena rorcual, que después de la ballena azul es el animal marino vivo más grande del planeta.

Todos estos tesoros pueblan nuestras calanques y el parque nacional pretende garantizar el mantenimiento de esta extraordinaria naturaleza. Más información sobre el patrimonio natural del parque

El papel del Parque Nacional

El establecimiento público del Parc National des Calanques, bajo la tutela del ministerio encargado del medio ambiente, tiene la misión de transmitir los valores de los Parques Nacionales. Debe gestionar el territorio del Parque Nacional conciliando protección, respeto del carácter del lugar y acogida de todo tipo de público, garantizando al mismo tiempo el desarrollo sostenible y la influencia del territorio.
La consecución de estos objetivos se basa sobre todo en medidas de gestión, como la ordenación, la conservación de los entornos, la reglamentación especial de los usos y la sensibilización de los visitantes.

Como parte del equipo del Parque, los monitores de guardia ejecutan a diario las misiones del Parque Nacional sobre el terreno: observar, informar, gestionar y vigilar.
Durante la temporada estival, los ecogardes, agentes de temporada, refuerzan cada año los equipos de campo para informar y guiar a los visitantes en su descubrimiento del territorio y contribuir a la vigilancia frente a los distintos riesgos.

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