Un lugar diverso
Una arquitectura notable
A ambos lados de la torre de agua, una columnata cubierta da servicio a dos museos y se abre a la cascada en el lado de la ciudad y a un vasto jardín en el lado del parque. El lugar desempeñó un papel clave en la concesión a Marsella del título de Capital Europea de la Cultura en 2013.
Después de la inauguración del edificio en 1869, varios escultores fueron elegidos para decorar el Palacio Longchamp con sus obras. En la entrada, se pueden admirar los leones y tigres del escultor de animales Antoine Louis Bayre, mientras que en el centro se asienta una hermosa fuente monumental que simboliza la llegada de las aguas del río Durance realizada por Jules Cavelier.
Los museos del Palacio Longchamp
En el ala izquierda del edificio, se encuentra el Museo de Bellas Artes, que a día de hoy conserva pinturas, dibujos y esculturas que datan de los siglos XVII al XIX. Actualmente está considerado como el museo más antiguo de Marsella, debido a su creación en 1802.
En el ala derecha del palacio, el Museo de Historia Natural reúne varias colecciones de gabinetes de curiosidades que datan del siglo XVIII, procedentes de la ciudad o del Estado. Sus exposiciones le valieron el título de museo de primera categoría en 1967, junto con otros 9 grandes museos franceses.
El Palacio Longchamp no sólo es un monumento de visita imprescindible, sino que también esconde tras su majestuosa fachada un jardín muy visitado por los marselleses, que antaño albergó el parque zoológico de Marsella, del que sólo quedan los vestigios.