Un poco de historia
L’Estaque es uno de los muchos tesoros de Marsella, uno de esos 111 pueblos con una identidad tan fuerte. A menudo oímos a los lugareños proclamar su amor por su barrio con esta frase: «¡Somos estaquéens antes que marselleses!».
Su nombre procede del provenzal «Estaco», que significa: el lazo, la estaca que sirve para amarrar el barco. El pueblo fue fundado en el siglo XII por pescadores que no tenían más medio de comunicación con el centro de Marsella que un camino de herradura. Hubo que esperar hasta finales del siglo XIX para que este apacible pueblo sufriera una fulgurante agitación con la instalación de fábricas de azulejos al este y de fábricas al oeste. Los yacimientos de arcilla eran de una calidad excepcional y los azulejos de Estaqué se exportaban hasta México.
Familias enteras vinieron a trabajar a l’Estaque, principalmente del Piamonte italiano y de España. Estas personas contribuyeron a crear nuevos barrios, como Les Riaux al oeste, pero también un nuevo tipo de vivienda obrera: la courée. Pescadores y obreros, pero también marselleses que venían del centro de la ciudad y construyeron algunas «locuras»: l’Estaque también se convirtió en un lugar de veraneo en el siglo XIX.