Un poco de historia
En las colinas, amadas por el famoso escritor Marcel Pagnol, pero también por los allaudienses, se han encontrado vestigios fósiles que atestiguan la presencia del hombre prehistórico. El Montadiense, cuyo nombre procede de la cueva de Montade, en la vecina comuna de Plan de Cuques, se cree que vivió en Allauch.
En el año 600 a.C., Marsella nació del matrimonio entre Gyptis y Protis. Mientras que el joven era originario de Fócea, la joven y bella Gyptis era oriunda de Allauch.
Allauch hoy
Hoy en día Allauch, de 52 km² (1/5 de Marsella) ve su población repartida en diferentes barrios: Le Village, La Pounche, Pié d’Autry, Le Logis Neuf, Les Gonagues, Fontvieille, Val d’Allauch. Hogar de la Bastide Neuve (la famosa casa donde Marcel Pagnol solía pasar sus vacaciones), Allauch también alberga la mayoría de los picos notables de las llamadas colinas de Pagnol (Taoumé, Tête Ronde, Grande Tête Rouge, Petite Tête Rouge, etc.), así como cuevas como Baume Sourne, Grotte des Pestiférés y Grosibou. Allauch alberga el parque departamental de Pichauris, desde el que se pueden realizar numerosos paseos por las colinas.
Los imprescindibles de Allauch
Sobre el pueblo se encuentra la capilla de Notre-Dame du Château, del siglo XII, a 15 minutos a pie. Su explanada ofrece una vista impresionante de Marsella, dominada por la famosa «Bonne Mère» (Buena Madre), considerada en cierto modo su hermana mayor. Todos los allaudienses conocen la leyenda según la cual lanzar la piedra en el nicho sin que caiga al suelo trae buena suerte. Siempre en el pueblo, la plaza des Moulins es también un lugar de interés. El molino Camoin y el molino Ricard han sido renovados, y este último puede visitarse todos los domingos. Desde la explanada, donde hay una mesa de orientación, se puede disfrutar de una hermosa vista de Marsella y de la cordillera de l’Étoile. La Place du Docteur Joseph Chevillon, donde se encuentra la iglesia de Saint-Sébastien, conserva su encanto provenzal de antaño.