Descubrir el Macizo de Marseilleveyre
Su territorio
Al salir del centro de la ciudad por la Corniche para llegar a las Calanques, se divisa la ‘Meseta del Hombre Muerto’, la cima de Marseilleveyre (432 m) y Béouveyre (366 m). Todo ello forma el macizo de Marseilleveyre, que se extiende a lo largo de unos diez kilómetros y domina el litoral entre Cap Croisette y la calanque de Sugiton. Más allá, se pasa por encima del relieve del Monte Puget. Se trata de una auténtica barra rocosa que marca la cesura entre la ciudad y el espacio natural.
El origen del nombre
La expresión «veyre» que se encuentra en los nombres de Marseilleveyre y Béouveyre, deriva su origen del verbo provenzal «ver». Y sea cual sea la cima a la que se llegue o el camino que se tome, nada más elevarse, los visitantes disfrutan de una hermosa vista panorámica de la ciudad, el relieve que se extiende por debajo, las islas y el mar.
Un relieve variado
Además de las hermosas vistas despejadas, el macizo de Marseilleveyre alberga algunas formaciones geológicas notables. Está, por ejemplo, la ‘Meseta del Hombre Muerto’ y su superficie kárstica en la que es importante fijarse bien al poner el pie, tan omnipresentes son los agujeros en el suelo. También encontramos rocas perforadas, como los 3 arcos de Malvallon o el vertiginoso Pas de la Demi-Lune. Sin olvidar las numerosas cuevas: Saint-Michel d’eau douce, l’ours, l’ermite, du déserteur, du bandit Rolland, pero atención, ya no todas son accesibles. Un terreno de juego ideal para los amantes del deporte, ya sean senderistas, corredores de trail o escaladores.