Massif De Marseilleveyre
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El macizo de Marseilleveyre

un promontorio panorámico

El Macizo de Marseilleveyre reúne la esencia de las Calanques, ofreciendo vistas panorámicas impresionantes y permitiendo también descubrir vestigios del pasado.

Descubrir el Macizo de Marseilleveyre

Su territorio

Al salir del centro de la ciudad por la Corniche para llegar a las Calanques, se divisa la ‘Meseta del Hombre Muerto’, la cima de Marseilleveyre (432 m) y Béouveyre (366 m). Todo ello forma el macizo de Marseilleveyre, que se extiende a lo largo de unos diez kilómetros y domina el litoral entre Cap Croisette y la calanque de Sugiton. Más allá, se pasa por encima del relieve del Monte Puget. Se trata de una auténtica barra rocosa que marca la cesura entre la ciudad y el espacio natural.

El origen del nombre

La expresión «veyre» que se encuentra en los nombres de Marseilleveyre y Béouveyre, deriva su origen del verbo provenzal «ver». No importa la cima a la que llegue ni el camino que tome, en cuanto llegue a la cima disfrutará de una hermosa vista panorámica de la ciudad, el paisaje de abajo, las islas y el mar.

Un relieve variado

Además de las hermosas vistas despejadas, el macizo de Marseilleveyre alberga algunas formaciones geológicas notables. Está por ejemplo la Meseta del Hombre Muerto, con su superficie kárstica en la que es importante fijarse bien al pisar, ya que hay muchos agujeros en el suelo. También se encuentran rocas perforadas, como los 3 arcos de Malvallon o el vertiginoso Pas de la Demi-Lune. Sin olvidar las numerosas cuevas: Saint-Michel d’eau douce, l’ours, l’ermite, du déserteur, du bandit Rolland, pero cuidado, ya no todas son accesibles. Es el lugar ideal para los amantes del deporte, ya sean excursionistas, corredores de trail o escaladores.

Descubrir el patrimonio del Macizo de Marseilleveyre

En el corazón del Macizo de Marseilleveyre se pueden encontrar huellas y vestigios que hacen referencia a tres temas del pasado: el pastoralismo, el pasado industrial y el pasado militar de Marsella.

Pastoralismo

El macizo de las Calanques albergaba antaño rebaños de ovejas y cabras adaptados a la escasa vegetación, poco rica para los animales, pero que sin embargo proporcionaba carne, leche y lana. Por ejemplo, al llegar al macizo de Marseilleveyre desde el bulevar de la Grotte Rolland (cueva), al inicio de la ruta de senderismo se encuentran vestigios de un antiguo aprisco construido en piedra seca, que perteneció a Pierre Puget.

 

El pasado industrial

A medida que se asciende hacia la roca horadada y luego hacia la cima de Béouveyre, se pueden ver túneles que siguen la pendiente de la colina y desembocan en un respiradero. Se trata de chimeneas rastreras y sus cámaras de lavado, muy contaminadas, procedentes de dos antiguos emplazamientos industriales estrechamente vinculados a la producción de sosa y plomo. Muchas fábricas estaban situadas entre Montredon y Marseilleveyre, una zona poblada únicamente por obreros y algunos pescadores. En un momento dado, se proyectó construir el gran puerto comercial de Marsella y una línea ferroviaria hasta Tolón.

El pasado militar

Estos son los vestigios más numerosos en las Calanques y el Macizo de Marseilleveyre, que ofrecen tantos emplazamientos estratégicos. Varias épocas se han sucedido. Durante los reinados de Luis XIV y Napoleón, se construyeron fuertes para combatir a la flota inglesa. Algunos emplazamientos fueron reutilizados por el ejército francés durante la Primera Guerra Mundial. A partir de 1943, se añadieron baterías y blocaos alemanes para formar la muralla mediterránea. L’Escalette, les Goudes, la calle del mismo nombre y la calanque de Marseilleveyre albergan ruinas militares de estas distintas épocas.