Marsella, capital del buceo recreativo
Historia del buceo
El año 1936 marcó el lanzamiento de una nueva actividad subacuática recreativa en Francia: el buceo recreativo. Se crearon todos los elementos esenciales que componen el equipo de un submarinista y surgieron personalidades: Yves le Prieur, luego Philippe Tailliez, Frédéric Dumas y Jacques-Yves Cousteau.
Pero ya en 1934, en Marsella, François Cluzot abrió un negocio dedicado al equipo de submarinismo en su tienda del Cours Lieutaud, el famoso «Au vieux plongeur». Pierre Vogel tomó el relevo en 1967, y durante 50 años esta tienda fue la cueva de Alí Babá para los submarinistas franceses y extranjeros. Ese mismo año, Georges Beuchat lanzó su empresa de fabricación de material subacuático y Marsella se convertiría en la sede de una federación deportiva dedicada al submarinismo a partir de 1948.
Durante la Segunda Guerra Mundial, dos inmersiones marcaron 1943. En primer lugar, Georges Commeinhes, el inventor del primer equipo de respiración, se sumergió el 30 de julio en l’Estaque y alcanzó una profundidad de 53 metros con su regulador con máscara facial integrada. Sin olvidar a Frédéric Dumas, que alcanza los -62 metros en Les Goudes y que, con Cousteau y Tailliez, formará el trío de mosquemarinos.
En 1952, el capitán Cousteau realiza excavaciones arqueológicas en los pecios romanos que yacen en el emplazamiento del Grand Congloué en Riou y el joven Albert Falco, de 25 años, criado en la calanque de Sormiou, embarca en el Calypso como marinero de cubierta y ya nunca se marchó.
Inmersión en el mundo del silencio
El litoral de las Bouches-du-Rhône alberga una abundancia de vestigios submarinos, testigos de la historia de este departamento y, especialmente, de Marsella.
En Marsella, los submarinistas pueden descubrir antiguas ánforas, naufragios de barcos antiguos y modernos y numerosos aviones militares de la Segunda Guerra Mundial. Por no hablar de la multitud de desniveles, cuevas, arcos y pozos que componen un variado relieve natural submarino que compite seriamente con los acantilados, valles, picos y cuevas escaladas del macizo de las Calanques.