Día 1: Marsella, visite una metrópolis cosmopolita
Paseos urbanos, del Cours Julien al Puerto Viejo
En su primer día en la Provenza, diríjase a Marsella para empezar descubriendo los frescos y el arte callejero del Cours Julien dentro del barrio de Notre-Dame-du-Mont. Se trata de un lugar original donde a los músicos callejeros les gusta compartir sus composiciones con los transeúntes.
Después de deambular por las calles y escaleras del Cours, continúe por la Canebière -la avenida peatonal más famosa de Marsella- hasta el Vieux-Port. Todas las mañanas se pueden ver los puestos de los comerciantes de pescado recién capturado. Justo al lado del mercado, puede tomarse un momento para admirar este tejado de sombra diseñado por Norman Foster, que juega con los efectos espejo.
El Mucem, al encuentro de las civilizaciones del Mediterráneo
Tras la pausa para comer, diríjase al Mucem en la explanada J4, una de las actividades ineludibles. Primer gran museo de Francia dedicado al Mediterráneo, este museo con su original edificio diseñado por el arquitecto Rudy Ricciotti ofrece exposiciones permanentes y temporales que atraen a un gran número de visitantes cada año. Inaugurado en 2013 por el presidente François Hollande, es un lugar de intercambio donde se cruzan la historia, la arqueología, la antropología, la historia del arte y el arte contemporáneo. También puede descubrir recientemente la réplica de la Cueva Cosquer: situada en la Villa Méditerranée, es una experiencia única a bordo de pequeños vehículos, pero también un lugar cultural para aprender más sobre nuestros antepasados y su forma de vida.
En las pintorescas calles del barrio del Panier
Al final del día, diríjase al barrio histórico de Marsella, concretamente al barrio del Panier, en el distrito 2. Compuesto por callejuelas estrechas, coloridas y llenas de plantas, este lugar típicamente marsellés es ideal para pasear y comprar, donde un buen número de artesanos estarán encantados de recibirle. Para cenar, varios restaurantes acogedores le abrirán sus puertas para degustar las especialidades provenzales, a menudo a base de marisco.