Marsella, la cité foceana
Con una amplia red de transporte público y excelente accesibilidad (estaciones y aeropuerto), Marsella es sin duda la ciudad más atractiva del sur de Francia. Ofrece más acceso al empleo, ocio de diversa índole y servicios hospitalarios de alta calidad.
La reputación de la enseñanza en la Universidad de Aix-Marsella ya no necesita ser demostrada. Muchos jóvenes estudian en estas facultades de renombre, que ofrecen programas completos con una perspectiva internacional.
Con sus 700 hectáreas de espacios verdes, Marsella permite saborear los beneficios de la vida al aire libre. Con su rica biodiversidad, el Parc National des Calanques es la prueba viviente de ello con sus 140 especies animales y vegetales en tierra.
Más allá de su monumentos históricos como la basílica de Notre-Dame de la Garde, el Castillo de If o el Palacio Longchamp, la ciudad focense también ofrece una gran diversidad cultural a través de sus museos accesibles a grandes y pequeños. Primer gran museo de Francia dedicado al Mediterráneo, el Mucem sigue siendo una ciudad cultural abierta al mundo donde se entrecruzan diferentes temas.
Por último, pero no por ello menos importante: el clima de Marsella es sencillamente fabuloso con 170 días de sol al año. Bordeada por el mar Mediterráneo y sus playas, la ciudad focense ofrece así la posibilidad de darse un chapuzón en sus aguas turquesas o jugar a la pereza durante todo el año. Con temperaturas óptimas en todas las estaciones, la segunda ciudad más grande de Francia -después de París- es un imán para muchas personas que buscan vivir en la Provenza.