Un momento histórico para Marsella
Según la tradición, la Llama se enciende (gracias a los rayos del sol) durante una ceremonia celebrada en el santuario de Olimpia, en Grecia, y arde durante toda la duración de los Juegos. Es el símbolo de la paz y la amistad entre los pueblos, y representa la unidad de las naciones. Este año 2024 arderá el 16 de abril. A partir de entonces, iniciará su viaje para llegar a su destino final el 26 de julio (inauguración de los Juegos Olímpicos). Desde Olimpia, se dirigirá a Atenas para embarcar en el Belem, cruzar el Mediterráneo y tocar tierra en Marsella el 8 de mayo. Desde allí, atravesará Francia y visitará lugares excepcionales e históricos como Carcasona, las cuevas de Lascaux, el Monte Saint-Michel y Versalles, tantos lugares que han contribuido a la historia de Francia. El relevo de la llama es todo un acontecimiento que precede a la inauguración de los Juegos Olímpicos, y tendrá lugar en la ciudad más antigua de Francia, Marsella.
El Belem
La elección del Belem, barco histórico y tesoro marítimo francés, para llevar la llama olímpica a Marsella, añade una dimensión cultural y patrimonial a este acontecimiento. Navegando por las aguas del Mediterráneo, el Belem simboliza el vínculo entre pasado, presente y futuro, encarnando los valores de perseverancia y determinación tan queridos por los Juegos Olímpicos.