¿Por qué introducir una medida así?
No se puede negar que la cala de Sugiton es una de las más bellas del Macizo, pero es víctima de su propio éxito, con una masificación cada verano. Algunos días han llegado a visitar la cala hasta 2.500 personas. Desgraciadamente, el impacto de este exceso de visitantes sobre el entorno natural, tanto en tierra como en el agua, es irreversible, y la erosión del lugar se acelera, cuyas consecuencias pueden verse todos los años. Por eso es indispensable introducir restricciones estrictas, que actualmente sólo se aplican a la parte costera de la cala de Sugiton, mientras que el Col de Sugiton sigue siendo accesible sin reservas.