Descubrir Marsella por mar
A remar desde la Pointe Rouge
Ha salido el sol y aprieta el calor, así que nos dirigimos a la playa de Pointe Rouge para disfrutar de un programa refrescante. Nathan, el monitor de paddle, nos recibe delante de su club de paddle y nos explica cómo funciona la actividad. Éramos unos diez: una familia con 3 niños, una chica joven y yo, todos más motivados que los demás. Una vez recogidos los chalecos salvavidas, los remos y las palas, nos dirigimos a la playa, a 20 metros de distancia, ¡para meternos en el agua! El monitor nos explicó los fundamentos del remo, cómo ponernos de pie y cómo remar, ¡y pronto conseguimos ponernos de pie sobre la tabla! Luego nos alejamos un poco de la playa, más lejos de las multitudes (¡porque sí, hay multitudes en agosto!).
Un momento de relax (¡un poco deportivo!)
A medida que nos alejábamos de la costa, disfrutábamos del ritmo tranquilo del agua y de las pequeñas olas creadas por los barcos. ¡Hay que mantener el estómago y las piernas juntos para mantenerse estable! Al principio puede parecer un poco complicado, pero en realidad resulta bastante natural y remar es un deporte bastante intuitivo. El truco está en remar con firmeza para mantenerse erguido, pero nada impide que te quedes de rodillas tomando el sol. Y no hay que tener miedo a caerse al agua: yo mismo lo he probado y, una vez mojado, ya no me preocupaba caerme. Además, el agua es buena y está calentita, así que la diversión está asegurada.