Uno de los 111 pueblos de Marsella
Un barrio a las puertas de las calanques
Son las 10 de la mañana cuando nuestra guía, Sarah, nos recibe al pie del obelisco de Mazargues, situado al sur de la ciudad, en el distrito 9 de Marsella. Este imponente monumento, erigido en honor del nacimiento del rey de Roma, se encontraba anteriormente en la plaza Castellane, de donde fue trasladado en 1911 para dar paso a una fuente. Situado a unos 6 km del centro de Marsella, Mazargues fue en sus orígenes un pueblo rural donde la pesca y la agricultura eran las principales actividades. Poco a poco se fue integrando en la ciudad de Marsella, pero aún conserva su encanto de antaño.
Junto a la plaza Saint-Roch, donde se alza la iglesia de Notre-Dame du Mont Carmel, se encuentra la «Route de Morgiou». Antes era la única carretera que conducía a las Calanques. Por las mañanas, los burros venían solos desde Sormiou para traer el pescado fresco al pueblo.
Paseamos por las coloridas calles, donde la vida es buena.
Edificios lujosos
Pero Mazargues no son sólo casas de pueblo, también son las lujosas bastidas de Marsella, que han pertenecido a muchas familias nobles, como los d’Ornano, Grignan y Madame de Simiane, hija de la famosa marquesa de Sévigné. Vivía en un castillo fortificado situado cerca de la rue du Puits, conocida como la «rue de la pompe» por los lugareños. Este castillo fue incendiado y hoy sólo queda un puente, prueba del emplazamiento de un antiguo puente levadizo. Resulta difícil imaginar que, hace sólo unos siglos, Mazargues estuviera formado principalmente por pantanos.